Palabras del Autor.

Suspendido indefinidamente.

Un saludo y Gracias.

sábado, enero 05, 2013

Romances Complejos. C-29

El sol del domingo.


El sábado se esfumó. El domingo recién nacía cuando Tomoki se despertó de golpe. Su respiración estaba algo acelerada. Se vio a sí mismo desnudo bajo unas sábanas que él no desconocía. A su lado, Len, desnudo también. Su rostro no podía ser descrito de ninguna manera posible. Aquella expresión suya era algo así como trágame tierra, qué sé yo. Se levantó de la cama esperando que Len no se despertase y lo viese en ese estado.

¿Acaso lo hice de nuevo? –se preguntó volviendo su mirada hacia Len. Se acercó hacia él y no pudo evitar el querer acariciarlo. Pero, ¿de qué me quejo? –se dijo-, si esto ocurrió por culpa mía-. Sus dedos tentaban, uno a uno, los cabellos de Len. Su mirada no se separaba de su rostro. Todo esto es mi culpa –murmuró. Claro que es tu culpa –dijo Len con los ojos cerrados aún- Eres demasiado lindo-.

Tomoki se asustó y cubrió su cuerpo con las sábanas. ¿Me escuchaste? –preguntó avergonzado. Len sonrió, aún con los ojos cerrados. Eres tan lindo cuando te avergüenzas –murmuró Len tras soltar un bostezo. Abrió los ojos buscando volver a ver el cuerpo de Tomoki, pero éste yacía oculto bajo las sábanas. ¿Por qué te ocultas? –preguntó sonriente. Tomoki, con medio rostro escondido, apartó la mirada. ¡Es vergonzoso! –expresó. Len soltó una carcajada. ¿Vergonzoso esto? –preguntó- ¿Y qué te pareció lo de anoche?-.

El rostro de Tomoki surgió de entre las sábanas y lo miró con unos ojos tiesos. ¡Pervertido! –gritó lanzándose sobre él. Len se alzó y lo tomó entre sus brazos, conteniéndolo caprichosamente contra sí. Tomoki, sonriendo, se aferró a su pecho murmurando algo que no logré escuchar, pero, por cómo cerró los ojos, tal vez haya sido un “te amo”…

El sol ardía fuertemente sobre el azulado cielo. Kaname, envuelto por blancas sábanas, miraba hacia el techo. Permanecía en silencio. Satoshi permanecía, por su parte, sentado junto a la cama en un pequeño sillón individual que tenía. También estaba callado.

¿Es tan difícil, acaso? –preguntó Kaname volviendo su mirada hacia Satoshi. Éste se mantuvo callado. ¿Aún piensas en él? –preguntó Kaname al zafarse de las sábanas que lo cubrían. Satoshi lo miró, pero permaneció callado. Sus ojos mostraban confusión y el gesto de preocupación de su rostro denotaba que de verdad había estado pensando en ello.

Kaname se fijó en su mirada, se mantuvo en silencio y se levantó de la cama. Alisó las sábanas y salió de la habitación. Sus ojos estaban humedecidos, pero él se negaba a llorar. Salió hasta el patio y, tal como lo había hecho el día anterior, saltó el muro que separaba su casa de la de Satoshi. Cayó en seco sobre el húmedo césped de su patio, las regaderas estaban encendidas.

Corrió hasta la puerta, sacó la llave oculta debajo de la alfombra, abrió y subió las escaleras hacia su habitación. Abrió de golpe la puerta y la cerró con igual violencia. Sobre la cama, Len y tomoki, aún desnudos, se besaban apasionadamente. Kaname prendió el llanto entonces.

¿¡Por qué ustedes pueden y yo no!? –preguntó intentado secarse las lágrimas- ¿¡Por qué no puedo hacer que se fije en mí!?-. Tomoki, rápidamente, se ocultó bajo las sábanas. Aunque quería ayudarlo, no se atrevía a, siquiera, asomar su rostro fuera de las sábanas, debido a la vergüenza que sentía. << ¡Olvidaba que ésta es la casa de Kaname-chan!>>.

Len, al verlo llorar, le pidió que se acercase y lo tomó entre brazos. Anda, anda, no llores –le decía para calmarlo. Es como si le hablase a un niño pequeño. ¿Qué puedo hacer si no me mira? –le preguntaba Kaname con la voz ronca- ¿Por qué no quiere fijarse en mí?-. Len no podía responderle aquellas preguntas que, al escucharlas, le causaban tristeza a él también. Tomoki solo los miraba desde debajo de las sábanas…

* * *

No olvides votar
y comentar.
-Arigatou-

No hay comentarios:

Publicar un comentario