Intranquisición Histérica
«Diminuto su cuerpo, difuminado en la distancia, creo que aún viste el blanco tardío del madrugado ayer. No lo sé, no lo percibo del todo claro: ya estoy del todo ciego. Bueno, no del todo: aún reconozco su sonrisa, a pesar del horizonte bravío que se interpone entre lo que debería verse y lo que existe más allá del borde de mis pestañas.