Intranquisición Histérica
«Diminuto su cuerpo, difuminado en la distancia, creo que aún viste el blanco tardío del madrugado ayer. No lo sé, no lo percibo del todo claro: ya estoy del todo ciego. Bueno, no del todo: aún reconozco su sonrisa, a pesar del horizonte bravío que se interpone entre lo que debería verse y lo que existe más allá del borde de mis pestañas.
Y es que no me queda del todo claro el por qué se va. Tal vez se quedó hasta tarde, incluso un día más, solo para despedirse de mi sin haberlo hecho. Incluso compartió mi cama, mi sudor, mis lágrimas de ebrio deprimido. Se atiborró con el humo de tabaco que no cesaba de escupir, una y otra vez, durante su entera estadía: se quedó callado todo el transcurso de la vida, la mía, a pesar de lo mucho que detesta esa fragante babosada inservible. Y su cuerpo a medio vestir cada hora de cada minuto que parecía detenerse. Y lo miraba, lo miraba enserio por largos muchos tiempos.
Y es que no me queda del todo claro el por qué se va. Tal vez se quedó hasta tarde, incluso un día más, solo para despedirse de mi sin haberlo hecho. Incluso compartió mi cama, mi sudor, mis lágrimas de ebrio deprimido. Se atiborró con el humo de tabaco que no cesaba de escupir, una y otra vez, durante su entera estadía: se quedó callado todo el transcurso de la vida, la mía, a pesar de lo mucho que detesta esa fragante babosada inservible. Y su cuerpo a medio vestir cada hora de cada minuto que parecía detenerse. Y lo miraba, lo miraba enserio por largos muchos tiempos.
¡Ajj! Tirano mirar el mío. Cada vez más y más gastado, más y más imberbe de la realidad que alcanza a medio atrapar, porque ya no le interesa, ya no me interesa. ¡Juvenía maldita que se me escapa y allá va, muy lejos ya de mi horizonte! Y es que lo quiero cerca. Hombre, lo quiero cerca. Tal vez se quedó hasta tarde, incluso una semana entera, solo para decirme un algo que -creo- no quise escuchar y era obvio el por qué.
Pudiere o no evitarse ¿qué habría sucedido si...? No, seguramente nada. Seguramente ni él ni yo nos hubiésemos atrevido a un algo. No, miento: ya habíamos llegado al extremo. Ya lo había tenido sobre mi cama esa noche y también otras anteriores. Ya lo había olvidado o creído un sueño iluso, profuso, perfecto. Ya lo habría obligado, entonces, a no andarse por aquel estrecho tramo, aquel extraño horizonte malnacido que me lo ha robado, aquel futuro en que ni él me tenga ni yo tenga a nadie»
Pudiere o no evitarse ¿qué habría sucedido si...? No, seguramente nada. Seguramente ni él ni yo nos hubiésemos atrevido a un algo. No, miento: ya habíamos llegado al extremo. Ya lo había tenido sobre mi cama esa noche y también otras anteriores. Ya lo había olvidado o creído un sueño iluso, profuso, perfecto. Ya lo habría obligado, entonces, a no andarse por aquel estrecho tramo, aquel extraño horizonte malnacido que me lo ha robado, aquel futuro en que ni él me tenga ni yo tenga a nadie»
Morí de principio a fin ;;;;
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