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sábado, abril 21, 2012

Ni Sol, Ni Luna. C-6

Capítulo de Miradas Inhóspitas
Pelea…


El rostro del muchacho no mostraba sentimiento alguno al momento de ser tocado por las manos de Rin; él solo la hizo a un lado. -Discúlpame, estoy algo apresurado- dijo aquel joven. Rin, desconcertada, lo haló de un brazo para detenerlo, pero él no se detuvo, siguió su camino sin más.

-¿Acaso no se interesó en Rin?- se preguntó perpleja al ver la actitud del muchacho. -¿Rin acaso se equivocó?-. El muchacho se iba alejando más y más. En el camino, chocó con Densuke, quien iba distraído. –Discúlpame Ren- dijo Densuke ayudándole a levantarse. –Ando un poco en las nubes-

El muchacho, Ren, le sonrió. –Para nada, para nada- dijo sacudiendo la mano. –También es culpa mía. Rin escuchaba desde muy cerca. -Se llama Ren- murmuró apartándose de su escondite. Densuke y Ren siguieron sus caminos, mientras que Rin se mantenía oculta de la vista de ambos.

-Si estaba conmigo hace un rato- murmuró Densuke mirando hacia el cielo. La existencia de Rin ésta vez no había desaparecido de su memoria. Yahiko seguía sobre el tejado de la casa, esperando volver a ver aquella chica tan apreciada, a aquella chica tan anhelada. Densuke, vagaba por las calles buscando en cada callejón a la persona que burló su infantil apariencia, que aprovechó sus debilidades e hizo de él su esclavo.

Ren, por su parte, ignoraba la presencia de Rin, ya que para él ya existía ese alguien especial en su corazón, pero Rin no se había percatado aún de ello. Ren, inconscientemente, corrió de regreso hasta su casa. Cuando ya estaba exhausto, se sentó en la acera para darse un respiro. Se dio cuenta entonces que había vuelto a casa.

-¡¿Qué diablos…?!- se dijo al ver su casa al cruzar la calle. Rin ya lo estaba observando. Ren, después de tomar aire, entró a la casa. Subió a su habitación y se regresó a la sala como si hubiese olvidado algo. -¿Dónde lo he dejado?- se preguntó sentándose en el sofá.
Se levantó y se pasó al baño. –Pero que cansado estoy- murmuró al cerrar la puerta. –No me caería mal una ducha rápida-.

Se tardó unos escasos minutos en volver a su habitación. Rin yo lo esperaba ahí. -¡¿Cómo llegaste hasta aquí?!- preguntó Ren con asombro. -Aún más importante ¿Qué haces aquí?- Rin le sonrió. –Para ver a Ren- le respondió directamente con su mirada fija en él. Ren se cruzó de brazos. –Bueno, ya me viste, ahora vete- dijo con tono recio. Rin quedó sorprendida. –Si no te molesta, puedes irte-.

Rin se le acercó y se aferró a él con un abrazo. -¡No quiero apartarme de Ren!- dijo con lágrimas en los ojos. – ¡Solo quiero querer a Ren!- Ren la hizo a un lado y la sacó de la habitación. – ¡No dije que me abrazaras!- gritó con ira. - ¡Dije que te largaras!-. Rin intentó tocarlo una vez más. -Tal vez no te has dado cuenta- murmuró Ren, deteniéndola al instante, mirándola con frialdad. -¡No me interesas! ¡No te quiero cerca de mí!-



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-Arigatou-

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