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sábado, diciembre 01, 2012

Romances Complejos. C-24

Beso en viernes. (Parte 1)

La campana del almuerzo había sonado. Len perseguía a Tomoki pidiéndole, una y otra vez, que lo perdonara. Satoshi los seguía de cerca y, a su vez, Kaname lo seguía a él. Se dirigían a la cafetería. Len buscaba de diferentes maneras lograr Tomoki lo mirase un segundo. Lo halaba del brazo, se posaba frente a él, lo ponía contra la pared, pero Tomoki se zafaba de él en cada intento.

Por otro lado, Kaname nunca se acercó demasiado a Satoshi. Se mantenía a una distancia donde no lo perdiese de vista, ni menos él lo descubriese. Satoshi, mientras, esperaba que Tomoki quedase a solas, pero sabía que tomaría tiempo que eso sucediese. Kaname, al verlo que se sentaba dispuesto a esperar, se le aproximó, o tomó de un brazo y lo obligó a irse con él.

¡Ven conmigo! –dijo Kaname halándolo constantemente- ¡Quiero que estés conmigo!-. Satoshi lo empujó para que se apartase de él y fijó su mirada en él con enojo. No me molestes –dijo fríamente sin pestañear- Ya te lo dije, no quiero tener nada contigo-. Kaname frunció el entrecejo, se alisó la camisa y lo haló de nuevo, obligándolo a que se fuera con él.

Satoshi se enojó aún más, se le aproximó, lo tomó del cuello de la camisa y lo recostó contra una pared. No me hagas herirte –dijo con ese tono recio de su voz- No me obligues a que lo haga-. En ese momento, Kaname, estando tan cerca de él, aprovechó el momento para robarle un beso. Y así lo hiso, justo enfrente de todo el instituto.

Satoshi quedó perplejo. Se escuchó una ola de murmullos desenfrenada en ese momento. Todos los miraban detenidamente. Satoshi, volviendo en sí, tomó a Kaname por un brazo y se lo llevó consigo a donde no hubiese nadie que los viera. Estaba furioso, pero su rostro permanecía imperturbable, esa era la razón por la que todos le temían. Su inexpresivo rostro y su fría sensatez. Pero Kaname no veía eso en él.

Satoshi se mantuvo callado mientras lo llevaba consigo a donde él sabía que nadie les molestaría, justo el mismo lugar donde su historia tuvo un comienzo: el salón de arte…


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-Arigatou-


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