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sábado, junio 30, 2012

Romances Complejos. C-2

Sábado.


No sé qué hora era. Serían como las 4:00pm cuando Tomoki hacía sus tareas en casa de uno de nuestros compañeros. Como a Tomoki no se le da muy bien en la física, Len decide darle una mano en ello, explicándole paso a paso todo aquello que no entendía, pero, mientras más le explicaba, Tomoki menos entendía. A Len no le molestaba. Se tomó todo el tiempo posible hasta que Tomoki entendiera lo que él le explicaba.
Eran como las 8:00pm. Tomoki seguía en casa de Len. A eso de 10 minutos después, Tomoki declara que ha entendido todo. – ¡Al fin entendí! –dijo sonriente ¡Muchas gracias Len-kun, muchísimas gracias! Si no fuese por ti aún estuviera con esto– Despreocúpate –dijo Len con serenidad No podía dejarte así.

El rostro de Tomoki expresaba cansancio y Len se dio cuenta de ello. – Traeré un poco de agua –dijo para que así te refresques un poco, te veo muy cansado. – Te lo agradezco mucho –expresó Tomoki mostrándole una sonrisa. Así Len desapareció tras cruzar la puerta dejando a Tomoki a solas en su habitación. Éste se levantó y se recostó sobre la cama de Len inconscientemente.

Al cabo de unos minutos Len volvió a la habitación cargando un par de vasos y una jarra enorme con agua helada. Tomoki no se había percatado de ello. Len dejó, silenciosamente, lo que llevaba consigo sobre la mesa y se le aproximó a Tomoki. – Eres muy cómodo –dijo Len apegando su cuerpo al de Tomoki. Éste se quedó en completo silencio. Su rostro mostraba gran sorpresa, pero sus mejillas poco a poco iban tornándose de un rojo suyo.

Len se alzó un poco para poder ver el rostro de Tomoki de frente, pero éste lo apartó. No se atrevió a mirarlo. – Eres muy lindo –le murmuró Len al oído. Tomoki no lo resistió, su corazón se aceleró descontroladamente y su rostro se enrojeció por completo, pero aún así no lograba articular palabra alguna. – Vamos, mírame –murmuró Len tomando a Tomoki de la barbilla Mírame por un segundo nada más.

Sus miradas se toparon. Los ojos de Len impactaron con los de Tomoki haciendo que este derramase una lágrima. – Eres… muy… lindo –murmuraba mientras se le iba aproximando. Tomoki no pestañeaba siquiera. El éxtasis de la mirada de Len lo cautivaba. Sus labios, entonces, se conectaron. Las manos de Tomoki trataban de alejarlo, pero temblaban. ¿Acaso se estaba dejando llevar por ello? Las manos de Len seguían clavadas sobre la cama, las de Tomoki seguía tocando el pecho de Len buscando una salida.

Tomoki seguía recostado sobre la cama. El reloj marcaba las 9:00 pm. Estaba oscuro, demasiado para que Tomoki regresase a casa. Len miraba por la ventana la noche que se cernía sobre las calles sin decir palabra alguna. – Si quieres no te quedes –dijo tras unos minutos. Tomoki no le respondió, se quedó en completo silencio ahí tirado. Luego se levantó, tomó sus cosas y salió de la habitación. Len no quiso seguirlo. Continuaba mirando a través de aquella ventana.

Tomoki jamás fue visto por Len a través de aquella ventana. Len, cayendo en cuenta de ello, se dio la vuelta y corrió fuera de la habitación. Tomoki estaba sentado en el suelo junto a la puerta, con la mirada fija en un punto sobre la pared. – No puedo irme a estas horas –afirmó Tendré que quedarme. Len se hizo a un lado, tomó las cosas de Tomoki y las metió en la habitación, luego hizo ademán de que no volvería a la habitación.

Esa noche, Tomoki durmió bajo las sábanas de Len. Esa noche, Len se quedó despierto hasta la salida del sol al día siguiente. No dio un paso más allá de la sala principal de la casa, solo estuvo recostado en un sofá marrón frente a una mesita de té…


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-Arigatou-

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