Bad Childhood, Sweet Smile.

Mala niñez, dulce sonrisa.

– Es muy molesto –farfulló dándole la espalda. Su rozagante y tan llamativa belleza, para tratarse de un chico de apenas 13 años, no era nada común. Su rostro, siempre mal humorado, encantaba a todos. A él, al contrario, toda aquella atención le molestaba. La superficialidad del resto le ocasionaba, de alguna manera, asco.

Era un día como cualquier otro: caminaría de regreso a casa por la vía más larga y solitaria. Intentaría recobrar un poco de ese silencio que tanto le gusta. Una vez más se pasearía por aquel diminuto bosque que circunda los alrededores de su casa y dormiría bajo la sombra de los árboles por unas dos horas, como todos los días.

¿Era un día como cualquier otro, dije? Me equivoqué: debía ser un día como cualquier otro. Dormía bajo aquellos árboles, como acostumbra hacer. Placenteramente se ahogaba en aquellos sueños que sólo él sabía de que se trataban, con quienes eran: su sonrisa sólo se podía admirar al verlo dormir.

– Sabía que podías sonreír, pequeño Natsume-chan –dijo con apacible cariño, casi fraternal. Natsume dormía muy cómodamente recostado en su regazo. Volviendo a aquel otro, su rubia cabellera resplandecía en respuesta a los rayos del sol. De a poco, Natsume, fue despertando. – Tu sonrisa es hermosa –dijo mientras le acariciaba el cabello.

Natsume se sonrojó. – ¡¿Qué estás haciéndome?! –preguntó levantándose bruscamente dibujando, de nuevo, el enojo en sus facciones. – Sabes que no debes dirigirte a mi con ese tono –respondió el otro cruzándose de brazos mientras le mostraba una muy animada sonrisa. – ¡Deja de mirarme de esa manera, Oz-kun! –gritó Natsume dándole la espalda nuevamente, al igual como lo había hecho con anterioridad. - Eres muy molesto.

– No sea tan cruel conmigo, señorito –dijo Oz, aún sonriéndole;– ¿Qué le he hecho?–. Natsume volviéndose hacia él, con el rostro algo sonrojado, suspiró. – Enamorarme –respondió con aquel tan rudo gesto natural suyo. Huyó de allí velozmente dejando a Oz a solas en aquel lugar. Éste sólo sonreía.

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-Arigatou-