Suficientemente Cerca.
– No deberías hacer ésto ¿sabes? –dijo encontrándose rodeado por aquellos brazos con firmeza. Sus verdes ojos en ningún momento le miraron con desprecio. Sus manos permanecieron quietas y sus brazos sueltos. No buscó luchar por liberarse. – ¿Por qué? –preguntó;– ¿Por qué yo?–.
– No lo sé... –dijo acercando aquel cuerpo más al suyo. La soledad en su mirada no era común. Sus cabellos eran de un extraño color, sus ojos era oscuros. Se miraban fijamente sin decir nada, sin malas miradas... sólo se miraban.
– Hazlo, Jun... –musitó Ren llevando sus manos a la cintura de su opresor;– ...hazlo o no te dejaré intentarlo luego–. El rostro del otro se sonrojó de golpe. Jun no sabía... no podía... no se atrevía aunque ya había llegado demasiado lejos, más de lo que jamás había llegado.
– Eso... eso te incomodaría, Kannagi-kun –expresó con avergonzado apartando su mirada de Ren. Éste apartó, entonces, sus manos de él. Sin mucho esfuerzo, se zafó del abrazo de Jun retrocedió un poco, se acomodó la camiseta y se dio la vuelta. Jun, suspirando, imitó ésto último y, resignado, intentó marcharse.
Prontamente, Ren volvió su mirada. – ¿A dónde crees que vas? –preguntó con tono orgulloso a la vez que lo halaba con violencia. Tiró de su camiseta con brusquedad y, sin pretensiones ni intentos fallidos, lo besó en la boca a la vez que que imitaba lo que antes Jun había hecho.
– Ka-Kannagi-kun... -musitó antes de ser interrumpido. – Por aquí no veo a ningún Kannagi –dijo sin apartar mucho sus labios de los suyos otros;– Llámame por mi nombre. Llámame Ren...–.
*
No olvides votar
y comentar.
-Arigatou-
kjsdfjksadjasn me parte *ww*.
ResponderEliminar