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Suspendido indefinidamente.

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sábado, marzo 17, 2012

Ni Sol, Ni Luna. C-1

Capítulo de la Luna Oscura
Sueño…


Su mirada se había perdido, mientras aquella extraña chica saboreaba dulcemente su cuello. El se encontraba tendido en el suelo, ella estaba sobre él. La luz de la luna se asomaba por la ventana de aquella habitación. Solo se podía apreciar el espacio vacío bajo la ventana debido a la oscuridad. Densuke, quien era demasiado tímido para relacionarse con las chicas, no sabía cómo explicarse el hecho de estar bajo el control de una.

 ¡Rin, Rin detente! decía mientras el nerviosismo lo consumía, pero Rin no le prestaba atención. Ella solo le acariciaba el cuello con su lengua. Densuke no podía evitar las ganas de abrazarla, pero era tal su timidez que apenas y le dirigía unas palabras. Rin lo miró fijamente a los ojos. Una mirada que congela los sentidos de Densuke. Unos ojos extrañamente rojizos, que asustan, pero que, a su vez, conmueven.

– ¿R…Rin? murmuró Densuke respirando aceleradamente. Rin le tomó una mano e hizo que le acariciara el rostro. – ¿P…Por qué? preguntó Densuke sonrojado mientras que Rin seguía mirándolo fijamente los ojos. Luego soltó su mano, pero Densuke continuó acariciándole. Rin se recostó entonces sobre su pecho entonces, tomándolo de las manos. Densuke la soltó y le abrazó con fuerza.

– ¿Aún me temes…Densuke? preguntó Rin presionando su cabeza contra el pecho de Densuke. Rin se levantó y le acarició el rostro.  ¿Aún me temes por lo que soy?–. Densuke logró sentarse frente a ella, para estar a su altura. Se abrió tres botones de la camisa que vestía. – ¿Quieres no es cierto? preguntó Densuke acercando el rostro de Rin hasta su cuello dejando caer una lágrima. Rin comenzaba a saborearse.

– Trata de no hacerme sufrir murmuró Densuke besándola en la mejilla. Rin empezó a llorar entonces.  ¡Rin no quiere! comenzó a gritar con desesperación. – ¡Rin no quiere herir a Densuke!–. Densuke, al verla así la tomó entre sus brazos. La recostó sobre el suelo, quedando él encima de ella. Rin se cubría el rostro con sus manos mientras sus lágrimas seguían cayendo.

– Rin…no llores dijo con tristeza besando sus empapadas pero suaves manos. Rin se negó moviendo la cabeza. Entonces empujó a Densuke para hacerlo a un lado, se levantó y se posó en la ventana, a admirar la luna. Densuke se aferró a ella. -Rin, si te temo, lo admito- dijo con desaire. –Pero hay algo en ti que…me hace buscarte-. Rin lo tomó de las manos.

– Rin solo quiere hacerte feliz dijo al hacer que Densuke le tocase el busto. – Rin quiere estar contigo. Densuke quiso soltarse pero no podía. Rin, con fuerza sobrehumana, haló a Densuke y lo fijó en la pared. Ella besaba apasionadamente sus labios, sus manos, su cuello. Mientras lo besaba, ella poco a poco le quitaba la camisa. Densuke estaba tan extasiado con tantos besos que, ni se había dado cuenta de lo que Rin había hecho.

Rin lo besaba más y más, mientras que él, como un niño indefenso, no hacía nada más que dejarse llevar. Hasta un momento inesperado. No puedo más, Densuke murmuró Rin. – No puedo evitarlo más. Densuke al escucharla se puso un poco nervioso. Rin comenzaba a saborear su cuello. Lo siento Densuke dijo Rin al besarle el cuello. Densuke reaccionó asustado. -¡Espera!- gritó, pero ya era demasiado tarde.

– ¡Ah! gritó Densuke de golpe. Estaba exhausto, y aún más, estaba confundido. – ¿Acaso…solo fue un sueño? se preguntó. No entendía nada, no sabía si de verdad sucedió o no. Miraba a su alrededor y todo era normal, eso era lo que lo consternaba. – Pero… ¡¿cómo llegué aquí?! se preguntó al ver que estaba de vuelta, que estaba en su habitación, en su cama.

Se levantó y se percató del hecho de que se encontraba completamente desnudo, y que su ropa estaba en el suelo, justo bajo sus pies. – ¡Es…imposible! dijo consternado, sosteniéndose de la pared. Estaba mareado. Caminó hasta el baño y se dio una ducha. Aun así no podía calmar aquella curiosidad que lo mataba.


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-Arigatou-

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