Palabras del Autor.

Suspendido indefinidamente.

Un saludo y Gracias.

sábado, marzo 31, 2012

Ni Sol, Ni Luna. C-3

Capítulo de Sol Naciente
Día… ¿normal?…


Todo transcurría normalmente, aparentemente, pero Yahiko no pensaba eso en lo absoluto. Era demasiado astuto como para evitar lo que “no sucedía”. El sol del domingo irradiaba ardiente mientras que la brisa del este lo golpeaba al son de un canto que se escuchaba lejano. Yahiko, aunque se asomó por la ventana del ático de su casa sólo para escuchar tan misteriosa voz, tan misteriosa canción.

– ¿Por qué esa voz… me parece familiar? murmuró buscando a quien cantaba tal melodía. Fue tal su insistencia y curiosidad, que subió al tejado para saber si lograría verla aunque sea. – ¿Dónde… dónde estás? murmuraba mientras analizaba sigilosamente el panorama que lo rodeaba, hasta encontrar a esa persona.


Por pura casualidad, sus ojos lograron divisar a una joven que, curiosamente, estaba sentada sobre el tejado de una casa vecina, ligeramente apartada. Se encontraba recostada en la salida de la chimenea, con la mirada sobre el cielo, mientras cantaba tranquilamente su canción. Yahiko se quedó mirándola, perdido en su propio mundo, debido a su facilidad para enamorarse. – Desearía conocerla murmuró.

Sonreía tranquilamente mientras la miraba, su realidad se borraba por completo dejando frente a él sólo la imagen de aquella extraña muchacha. – Mejor voy a ducharme dijo con desaire. – Nunca podré saber quién es. Su mirada, de un segundo a otro, se apagó, luciendo entonces vacía y triste.

Bajo la ducha, con los ojos cerrados, tarareaba la canción que, por alguna razón, se escuchaba con claridad en ese mismo momento. – Quisiera que me dedicaran una canción como esa murmuró soltando un triste suspiro.  ¿Cuál será su nombre?.

Salió de la ducha, se miró al espejo y, soltando un suspiro, comenzó a secarse. Envuelto en una toalla, se pasó a su habitación con su cuerpo aún goteando. Extrañamente. Al pararse frente a la puerta de la habitación, aquel risueño cantar se escuchaba claro y consistente, como si proviniera de allí. Yahiko no le dio importancia, sólo la escuchaba embelecido. Entró confiado a su habitación, donde una sorpresa le esperaba pacientemente.



Su rostro se sonrojó en el instante que vio, al entrar a su habitación, a la chica de la misteriosa canción, sentada tranquilamente en su cama. Debido a que estaba, aunque no totalmente, desnudo, no sabía si de verdad tomar la ropa y salir o cualquier otra cosa que se le ocurriese, pero lo que menos podía hacer era moverse.

– Rin te estaba esperando dijo sonriente la muchacha. Yahiko, totalmente avergonzado, apenas logró dirigirle una sonrisa. Rin, algo sonrojada, se le acercó lentamente mirándolo a los ojos.  ¿Estás avergonzado? le preguntó con una voz muy tierna. Yahiko intentó retroceder, pero sus impulsos eran mucho más decididos. ≤≤¡Solos, ella y yo, aquí!≥≥ pensaba mientras le temblaban las manos queriendo abrazarla. Rin, suavemente le acarició el pecho. -Rin está aquí, para ti- le susurró al oído al tratar de despojarlo de lo único que lo cubría, una toalla. 


≤≤¿Lo hará? ¿En verdad lo hará?≥≥ pensó Yahiko con los cabellos erizados. Rin poco a poco la iba soltando, hasta que la dejó caer lentamente. ≤≤¡Dios mío! ¡Lo hizo!≥≥ pensó Yahiko mientras se dejaba llevar por aquellas tan atrevidas caricias. – Ahora le perteneces a RinYahiko, al escucharla, la arrojó a la cama, colocándose sobre ella. – Yo creo que es todo lo contrario dijo con una macabra sonrisa.

Entonces comenzó a quitarle la ropa mientras la besaba apasionadamente, luego de eso, Yahiko se despertó de golpe, viéndose solo en la habitación. – ¿Un sueño acaso? se preguntó; ya estaba oscuro. – ¡No… no fue un sueño! expresó al verse aún desnudo, con las sábanas tiradas y su toalla aún frente a la puerta.



*

No olvides votar
y comentar.
-Arigatou-

No hay comentarios:

Publicar un comentario