Capítulo de la Luna Oscura
Apariencia…
Yahiko, su mejor amigo, solo con mirarlo se percató que algo no estaba bien. – ¡Oye, anoche no contestaste mi llamada! –dijo golpeándole al hombro. Densuke estaba perdido. – ¡Te estoy hablando Densuke! –refunfuñó al ser ignorado. Densuke no le hizo caso, era como si su cuerpo estuviese vacío, como si ya no tuviese alma.
Yahiko se enojó y le dejó quieto, como no recibía respuesta alguna, dejó de mostrar insistencia, aunque no interés. Esa misma tarde, Densuke decidió descansar tranquilamente en su casa pese al incómodo día de escuela. Se dio un baño para des estresarse un poco dejaba correr y correr el agua por su cuerpo, mientras trataba de recordar a aquella chica.
– ¿Cómo es que no puedo recordarla? –se preguntó inquieto. Mirándose al espejo, se tocaba el rostro y, con preocupación, apartó su mirada de él. Se pasó a su habitación, cerró puerta y ventanas y encendió el aire acondicionado. Sentado junto a su cama, con un cuaderno en las manos, mira fijamente el techo, soñando despierto.
–¡Maldición! –gritó arrojando el cuaderno contra la pared. Se levantó y se recostó en su cama colocándose la almohada sobre la cabeza. Poco a poco el sueño le fue atacando, hasta que quedó completamente dormido. Después de un buen rato, Densuke se despierta espantado.
Se vio nuevamente en aquella oscura habitación, acompañado por aquella extraña muchacha, quien estaba acostada junto a él. -¿Qué estás haciendo aquí Rin?- le preguntó acariciándole el rostro. Ella lo abrazó. – Rin quería estar contigo–. Densuke quedó absorto por lo que estaba observando.
– ¡No es cierto! –murmuró sorprendido. Rin comenzó a besarle el cuello. Su cuerpo, completamente desnudo, se abalanzó sobre Densuke. – Rin quiere mucho a Densuke –dijo estando a punto de besarlo, Densuke apartó la mirada, aunque sus manos morían por acariciarla. Trató apartarse de ella, pero no pudo, Rin se había aferrado a él. – ¿Por qué? ¿Por qué no quieres estar con Rin? –le preguntó con lágrimas en los ojos.
Densuke al ver su actitud, aprovechó para dar una vuelta y ser él quien quedase encima de Rin. Ella le tomó una mano e hizo que le tocara un de sus pechos. Los ojos de Densuke se desorbitaron, Rin hizo lo mismo con su otra mano. – Mi… ¿Rin? –dijo Densuke totalmente petrificado y sonrojado.
– ¿Rin no es suficiente para Densuke? –preguntó con una voz demasiado encantadora, lo suficiente como para convencer a Densuke, quien titubeaba. Su rostro, asombrado y sonrojado a la vez, no apartaba su mirada fijamente perdida de aquel rostro angelical. Con sus manos sobre los pechos de Rin, no sabía de qué forma podría reaccionar.
Lentamente se fue inclinando hacia ella quien con ansias esperaba el momento. – ¿Acaso está bien? –se preguntó Densuke con la duda entre ceja y ceja. Aun así, él se acercaba aún más, y, cuando estuvo a punto de besarla, se detuvo. – ¡Hazlo, hazlo, es lo que quieres! –se dijo intentando reaccionar al momento. Apartó sus manos de Rin y se sentó junto a ella, como tratando de huir de la escena. – Discúlpame, Rin, pero no… no puedo –murmuró apartando la mirada.
Rin, al verlo de esa manera, se le aproximó y, mirándolo con ternura, lo abrazó contrayendo su cuerpo contra el de Densuke. – ¡No hagas esto Rin! –dijo Densuke levantándose de la cama. – No te acerques, te lo ruego–. Rin, con lágrimas en los ojos, se puso de pie dejando a un lado las sábanas.
– ¡Insolente! –gritó Rin con una voz más frívola. Densuke quedó pálido al escucharla, volteó y la miró. – ¿Tú de verdad me deseas?–. Rin se le acercó, su mirada era diferente, y su actitud también. Arrojó a Densuke al suelo y se sentó sobre él. – Te deseo tanto como tú a mí–.
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-Arigatou-
Séis días para mi, ya es mucho. Segundo capitulo y ya va buena ^^.
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